«Equivocarse no significa fracasar, significa que estoy aprendiendo algo nuevo y creciendo un poco más.»
Para seguir fortaleciendo el manejo de las emociones en nuestros niños y niñas, los invitamos a escuchar el podcast: “Frustración: estrategias para la gestión emocional”. En este episodio encontrarás ideas prácticas y orientaciones para acompañar a los niños cuando algo no les sale como esperan, ayudándolos a transformar la frustración en una oportunidad para aprender, crecer y desarrollar resiliencia. 🎧 Un espacio creado para familias y cuidadores comprometidos con el bienestar emocional de sus hijos. ¡Te invitamos a escucharlo y reflexionar juntos!
En la vida escolar y cotidiana, no siempre todo sale como esperamos. A veces, los niños se enfrentan a momentos de frustración: una nota baja, una tarea que no logran resolver, una competencia que no ganan, un dibujo que no salió como querían o un juego que no terminó como esperaban. Para nosotros, como adultos, pueden parecer situaciones pequeñas. Pero para ellos, estas experiencias pueden convertirse en verdaderos desafíos emocionales.
Enfrentar la frustración y el fracaso no es sencillo, pero es parte fundamental del crecimiento. Y es justamente ahí donde el acompañamiento familiar y escolar cobra todo su valor. Enseñar a los niños a reconocer sus emociones, aceptar los errores y seguir adelante es una herramienta poderosa para la vida.
Tips o recomendaciones para acompañar a tus hijos en estos momentos
1. Escucha y valida lo que sienten
Antes de dar consejos o soluciones, escúchalos. A veces, solo necesitan que alguien los mire a los ojos y les diga:
“Entiendo que estés triste, querías que saliera diferente. Está bien sentirse así.”
Este tipo de frases les da permiso para sentir, y al mismo tiempo les enseña que pueden hablar de sus emociones sin miedo.
2. Hazles ver que equivocarse es parte de aprender
En lugar de evitar que se equivoquen, aprovecha cada error como una oportunidad para crecer. Puedes compartir tus propias experiencias o usar frases como:
“A veces no logramos las cosas a la primera, pero eso no significa que no podamos intentarlo de nuevo.”
3. Ayúdalos a buscar alternativas
Después de que la emoción haya bajado de intensidad, puedes guiarlo a reflexionar:
“¿Qué podrías hacer diferente la próxima vez?”
“¿Qué aprendiste de esta experiencia?”
Esto no solo los calma, sino que los entrena para pensar en soluciones y desarrollar resiliencia.
4. Valora el esfuerzo más que el resultado
Cuando los niños sienten que lo más importante es el proceso y no el resultado, se atreven más a intentarlo sin miedo al fracaso. En lugar de decir:
“¡Qué bien sacaste 10!”,
puedes decir:
“Estoy orgulloso de todo lo que te esforzaste para aprender.”
5. Sé ejemplo
Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que escuchan. Si tú cometes un error y lo manejas con tranquilidad y humor, ellos sabrán que está bien equivocarse. Mostrarles cómo tú mismo gestionas tu frustración es una forma poderosa de educar.
