Dentro de las emociones se encuentran dos clasificaciones, por un lado, están las emociones primarias, las mismas tienen esta connotación dado que son compartidas por otros mamíferos como los perros y chimpancés pues son respuestas automáticas que no requieren de la cognición para su consecución, las cuales son: alegría, tristeza, ira, miedo, asco y sorpresa, por otro lado, encontramos las emociones secundarias, tiene como característica que son exclusivas del ser humano al involucrar la reflexión y las creencias personales, entre ellas encontramos la ansiedad, la euforia, la decepción el remordimiento entre otras.
Por lo tanto, la invitación es a aceptar las emociones y entender la situación que la genera, dado que las mismas nos brindan mayor comprensión de nuestras sensaciones, pensamientos y conductas, permitiéndonos ser más empáticos no solo con nosotros mismos también con los otros, involucrando en este último aspecto a nuestros hijos, los cuales aprenderán de nosotros cómo responder emocionalmente a las situaciones que pone a nuestra vida en ondulación.